Por el hecho de haber realizado correctamente la plantación no debemos pensar que todo el proceso llega a su fin.
Al margen de considerar las características genéticas o aptitudes del clon o variedad elegida a la hora de realizar la plantación, existen una serie de operaciones posteriores a la misma, encaminadas a optimizar o potenciar su productividad o rendimiento esperado.
Entre dichas operaciones, destacan dos, el control de la vegetación competidora y la poda. Si bien se realizan en momentos distintos respecto al desarrollo del castaño (el control de la vegetación competidora comienza prácticamente después de finalizar la plantación), juegan un papel fundamental a la hora de asegurar tanto la eliminación de malas hierbas competidoras del castaño, como la máxima productividad tanto en madera como en fruto de toda la plantación.